¡Haz llegado al lugar indicado! En esta página encontrarás información que te ayudará a entender el proceso de la comunicación, qué la conforma, así como qué tipo de aplicaciones te ofrece esta carrera.
Una de las creaciones más trascendentales de hombre ha sido la comunicación. Desde que los seres humanos inventaron el lenguaje el progreso ha sido constante e imparable.
Hablar con nuestros padres, nuestros hermanos, o nuestros compañeros de clase, se ve tan sencillo, pero en realidad es un proceso muy complejo, que involucra sistemas sociales, tecnología, hasta creencias personales, y el estado de nuestro humor al levantarnos.
Comunicarse es más complicado de lo que creemos, de ahí que haya una carrera dedicada al estudio de todo lo que hace posible que podamos platicar, ver la tele, escuchar el radio, pero más importante, que nos entendamos.
Y es una carrera vigente, pues a fin de cuentas todo lo que sucede en este ámbito, cambia de manera importante los fenómenos sociales, así que el estudio de esta carrera, es también el estudio de por qué somos lo que somos y “¿qué fue lo que dijimos?” para llegar hasta aquí.
Como mencionaba al principio, esto es el resultado de una evolución constante de todos los sistemas involucrados. Pensemos por un momento en el hombre de las cavernas y cómo fue que comenzó a desarrollar el lenguaje, en ese instante, cuando el primer “cavernícola” señaló un árbol y dijo que eso era “árbol”, comenzó el desarrollo y la evolución de lo que hoy hace que podamos entendernos. En aquella época, árbol eran todos los árboles, siempre y cuando pudieran verse para ser nombrados. No fue sino hasta mucho después que los seres humanos comenzaron a hacer abstracciones de los conceptos, y las coleccionaron en tabletas de arcilla.
Al principio el lenguaje era empírico. Era la convención de la comunidad sobre el nombre de las cosas. Pero después fue volviéndose más y más complejo, y dejó de ser algo empírico para volverse algo abstracto, donde las palabras no eran lo que nombraban, sino la representación de esto, es decir, ese árbol del que hablábamos al principio, ahora podía ser cualquier árbol.
Un ejemplo de lenguaje empírico son los dibujos encontrados en diversas cuevas del mundo. Estos dibujos son importantes para la comunicación, pues no solo muestras el primera paso a un código más complejo, ahora el de las imágenes, sino que muestran también lo que es el primer medio de comunicación ajeno a los seres humanos (que no es intrínseco en nosotros, como la voz), la pared. En esos prehistóricos momentos, los dibujos de las cuevas muestran la convención social de cómo se ven las cosas; así, el mamut que aparece en las cuevas francesas, no se ve igual que los animales de las cuevas de Querétaro, esto es porque, al ser la comunicación empírica, sólo podía ser entendida por aquellos que hubieran experimentado el hecho.
Sin embargo, la comunicación evolucionaría de lo empírico a lo abstracto, donde las palabras dejarían mostrar las cosas, para volverse la idea de las cosas.
Cuando en la caverna vemos dibujado un caballo, entendemos que lo es porque hemos visto alguno en nuestra vida, de no ser así, y si la comunicación siguiera siendo meramente empírica, no habría forma de saber que eso que estamos viendo es un caballo. Pero con la comunicación abstracta, no necesito ver al caballo para entender que la palabra caballo se refiere a un animal cuadrúpedo, que tiene pezuñas, una crin y que corre rápido, en especial si se trata del derby de Kentucky. --Por cierto, y en caso de que la comunicación empírica siga siendo lo suyo, eso que sale en la portada del sitio, lo que está abajo del humano, eso es un caballo.
Así lo comunicación abstracta se volvió el común denominador de los lenguajes. Árbol representa ahora a todos los árboles; cartera, representa a todas las carteras, y si queremos especificar que se trata de una sola, una muy especial, tendremos entonces que utilizar más abstracciones para explicar cómo esa cartera es diferente.
El lenguaje abstracto trajo consigo una nueva ventaja, y es que se podía guardar fácilmente, podía conservarse, a diferencia del lenguaje empírico, en el que estaba implícita su caducidad.
Pero no todo era miel sobre hojuelas en ese entonces. No todo el mundo podía conservar las ideas a las que se llegaba con el lenguaje abstracto, por ejemplo en libros, esto era exclusivo de algunas clases sociales, las que sabían leer y escribir.
El grueso de la población se contentaba con continuar la tradición oral, solo que ahora, si bien seguía teniendo fecha de caducidad, los mensajes podían viajar por mucho más espacio y mucho más tiempo.
Pero esto volvería a cambiar. La invención de la imprenta (tecnología) hizo más fácil que las personas tuvieran acceso a libros, y por lo tanto, surgió la necesidad de leer por parte de las masas. Esto fue unificando las formas de pensamiento, creando una especie de galaxia, a la que Marshal Mcluhan, denominó La Galaxia Gutenberg, o La Aldea Global.
No hay avance tecnológico que no afecte la forma en que nos comunicamos, para muestra podemos ver el desarrollo de los emoticones, cuyo objetivo es ayudarnos a distinguir el tono en una conversación digital. Son una nueva forma de lenguaje, que ha sido posible gracias al desarrollo de las tecnologías digitales.
Ya hemos platicado sobre cómo es que se forma el lenguaje a partir del contexto geográfico, social y cultural en que nos movemos, y después, a partir de abstraer las ideas y convertirlas en algo más, una palabra, un conjunto de signos, íconos, etc.; y de cómo su evolución está aunada a la tecnología. También platicamos de que la comunicación estudia todo lo que tenga que ver con las formas y tecnologías con las que nos comunicamos, pero ¿hay diferentes formas en que nos comunicamos?, ¿qué no todos lo hacemos de la misma manera?
diferentes formas en las que los seres humanos nos comunicamos, y segunda, porque todos utilizamos estos sistemas de comunicación, aún sin darnos cuenta. Paul Watzlawick, un psicólogo, sociólogo y filósofo austriaco, dice que todo lo que hacemos, vestimos, actuamos o no decimos, comunica; es decir, no es posible que no comuniquemos.
Lo anterior hace que los tipos de comunicación sean tan variados como las personas que teorizan sobre ellos, ya que si todo comunica, podemos clasificarlo todo como un tipo de comunicación; sin embargo, podemos comenzar por señalar los dos tipos de comunicación por excelencia.
• La comunicación verbal: Es toda aquella comunicación en la que se utilizan los signos lingüísticos. Estos signos son, en su mayoría, arbitrarios y convencionales, y son lineales, es decir, uno va seguido de otro, haciendo así una cadena a partir de la cual se transmiten las ideas. Este tipo de comunicación puede ser oral o escrita.
La comunicación oral se da cuando decimos las palabras, o hacemos gestos orales, es decir usamos nuestra voz para transmitir el mensaje.
Por el otro lado, la comunicación escrita es toda aquella que se da a partir representar las palabras a través de signos, que se propagan por medios en los que la escritura pueda sobrevivir, como son el papel, o los mensajes de texto.
• La comunicación no-verbal: Este tipo de comunicación es la que existe sin palabra. Puede ser a través de gestos, o el cuerpo en general. Se caracteriza porque no tiene un orden sintáctico, es decir, que no necesita un signo ir seguido de otro para ser entendido.
Dentro de este tipo de comunicación tenemos también aquella que se da a partir de otras interacciones, como por ejemplo la proxémica, que se da en relación al espacio personal de cada quién; o la kinésica, los gestos la postura, las expresiones faciales; o la háptica, que es el tipo de comunicación que se manifiesta a través de nuestro sentido del tacto.
También entra en la comunicación no verbal el paralenguaje, que es la comunicación que se da a través de la entonación de las palabras, y no de las palabras mismas, es decir, no es lo mismo que nos digan ¿qué hiciste hoy? A que nos griten ¡QUÉ HICISTE HOY
Es un hecho que todos los seres humanos nos comunicamos, incluso hay quién dice que nos comunicamos más de la cuenta, y que utilizamos esta comunicación para algo más que para simplemente pasar mensajes o alertar, que nuestra especie usa la comunicación como una forma de entretenimiento.
Sea como sea, una de las cosas que hace efectiva a la comunicación es su estructura: Aristóteles, el filósofo griego, fue el primero en analizar la forma en la que los seres humanos nos comunicamos, y proponer un modelo de comunicación. Hoy en día, al modelo aristotélico se le conoce como modelo simple, pues conforme se ha ido estudiando el fenómeno, los teóricos de la comunicación han ido agregando más y más partes; sin embargo, creo que es un buen lugar para comenzar a hablar de la comunicación.
El modelo simple de la comunicación consta de los siguientes elementos:
Pocas disciplinas son tan polifacéticas como las de la comunicación. Su campo de trabajo es muy amplio, pues al estar relacionadas con una actividad tan humana como es el comunicarnos, tienen cabida, en mayor o menor medida, en todas las otras áreas del conocimiento. Sin embargo, hay ciertos nichos que en donde tienen mayor presencia.
• El periodismo: Durante muchos años ha sido una de las profesiones que más apegada ha estado a las ciencias de la comunicación, ¿y cómo no?, si tal vez sea el periodismo y cómo es que éste forma opinión, uno de los principales campos de estudio de la comunicación.
Uno de los principales fenómenos que han observado los teóricos de la comunicación, es el que muestra cómo durante muchos años, las personas que tenían a su cargo los medios de comunicación han controlado el flujo de ésta, pudiendo, en varias ocasiones, influir en la forma de pensar de sus receptores. Esta es una de las razones por las que el estudio y el ejercicio del periodismo tomó mucha importancia y se incluyó en el campo de estudio de las ciencias de la comunicación.
• Las relaciones públicas: Las empresas, al igual que las personas, necesitan comunicarse. Aquí es donde entran las relaciones públicas.
Creada desde hace muchos siglos, pero perfeccionada a partir de la Segunda Guerra Mundial, las relaciones públicas son el puente entre una empresa y la sociedad. Esta disciplina busca crear mensajes efectivos que puedan decirle al público qué es lo que hace una empresa, cómo ayuda a la sociedad, cuáles son sus objetivos, etc.
Hoy en día las relaciones públicas van tomando cada vez una mayor relevancia, pues ahora las empresas, y sus productos, dependen en gran medida de que la visión del público sobre ellas sea la adecuada.
• La comunicación organizacional: Preferida por muchas de las personas que estudian ciencias de la comunicación, la comunicación organizacional hace énfasis en la forma en la que un grupo de personas, organizados por una meta en común, se comunica.
Quienes se dedican a esta disciplina, entienden que si una empresa se comunica entre sí de la manera correcta, entonces tendrá éxito. Así la comunicación organizacional va a diseñar esos canales de comunicación, con los que las empresas podrán hacer mejor su trabajo.
• La mercadotecnia: Una disciplina en sí misma, la mercadotecnia se apoya en gran medida de la comunicación, a fin de cuentas si vemos más allá de los números y la contabilidad y los procesos, la mercadotecnia busca comunicar al mercado lo que es, hace y cuesta un producto, y para ello utilizan muchas de las herramientas de la comunicación.
• Producción: La creación de contenido es una de las áreas más populares de la carrera de comunicación: radio, fotografía, video y cine, por ejemplo. El ámbito de la producción tiene muchas áreas en las que un comunicólogo puede especializarse.
Te has puesto a pensar cuánto tiempo pasas consumiendo algún medio. Mucho, ¿no es cierto? Y es que nunca antes en la historia de la humanidad habíamos tenido acceso a tantos medios tan fácilmente. La televisión, el cine o el radio son medios, pero también lo es el Internet, el teléfono celular, Facebook.
Hemos visto un incremento considerable en la cantidad de medios a los que tenemos acceso, y esto claro que ha cambiado la forma en que hacíamos ciertas actividades, por ejemplo el ver televisión, pero también ha cambiado la forma en que vemos al mundo, cómo pensamos e incluso cómo funciona nuestro cerebro.
Un medio puede ser la diferencia entre que un mensaje llegue bien, o no. En muchas ocasiones le creemos más a Facebook que a los noticieros, y en más de una ocasión las notas de El Deforma han sido tomadas como noticias serias, incluso por los noticieros de este país. El fenómeno de las fake news, que si bien no es nuevo hoy está en boca de todos, tiene que ver con qué medios propagan la información y cómo la propagan.
Hoy más que nunca necesitamos hacernos conscientes de que se necesita una educación en medios. Debemos de entender cómo funcionan, qué producen en nosotros y cómo podemos ser críticos ante ellos, para poder obtener el mayor beneficio de lo que dicen, y no caer en muchas de sus trampas. Esta educación mediática está en manos de las ciencias de la comunicación.
En México aún no se ve a la educación mediática como algo importante, por lo que es un campo relativamente nuevo, que ofrece buenas oportunidades de trabajo; sin embargo en otros países, como Sudáfrica, Australia, Inglaterra, Canadá y Estados Unidos, esta disciplina tiene una gran importancia, y ya se están aplicando materias de educación mediática desde los programas de primaria, secundaria y preparatoria.
Hay cuatro habilidades principales que debemos de desarrollar con la educación mediática:
• Acceso a la media: No todo el mundo sabe cómo tener acceso a la media. Muchas personas solo consumen la media que está a la mano, por lo regular la televisión y el radio, sin tener en cuenta de que hoy en día el rango de medios a nuestra disposición ha crecido potencialmente. Como ejemplo, intenten enseñarle a su abuelito cómo usar Youtube, o el medio que esté de moda cuando lean esto.
Saber cómo tener acceso a la media es el inicio de la comunicación mediática, no sólo porque nos abrirá las puertas a nuevas formas de entretenimiento, información o nuevos conocimientos, sino porque también nos permite comenzar a formarnos un criterio mediático, es decir, poder decidir qué queremos ver, y qué mejor evitamos.
• Análisis de contenido: El 2016 estuvo marcado por una inundación de noticias falsas que decidieron la elección presidencial de los Estados Unidos. Muchas personas que no tenían educación mediática leían únicamente los encabezados de las notas de Facebook y creían en esa información ciegamente, sin molestarse siquiera de ver el resto del artículo.
Analizar el contenido mediático que consumimos es tan importante como tener acceso a él. Alguna vez Gumersindo Lafuente, precursor del periodismo digital en España, dijo que el Internet era como salir a la calle; así como tu experiencia podía ser muy positiva, igual podía pasar un camión y atropellarte si no te ibas fijando. Igual pasa con el contenido. Así como podemos encontrarnos con información útil, podemos encontrarnos con cada idiotez que solo nos va a confundir.
En pocas palabras, no es suficiente con poder llegar a la información, tenemos que ver si cómo se presenta dicha información está bien o no.
• Evaluación de los mensajes: Y lo anterior nos lleva a este punto. No porque la información sea buena quiere decir que sea valiosa para nosotros. Tenemos entonces que evaluar si los mensajes son los correctos, si nos dicen verdades, o nos están echando mentiras.
• Creación de media: Actualmente todos podemos crear contenidos mediáticos. La paquetería está al alcance de la mano, literal, basta con tomar nuestro celular para sacar una foto, grabar un video, escribir un comentario editorial sobre nuestras vidas, etc.; sin embargo no trata únicamente de agarrar un aparato y usarlo. Hay que recordar que el medio es un lenguaje en sí mismo, y que por lo tanto, tiene una técnica, una forma de contar las cosas. Por eso es importante obtener los criterios y conocimientos para poder crear contenidos exitosos, y no solo fotos que abusen de los filtros del Instagram
Hoy en día muchas universidades tienen ya un programa de ciencias de la comunicación. Algunos le dan más importancia al periodismo, otros a la producción en medios analógicos, y hay algunos que comienzan a ver más en forma la educación mediática.
Pero no todas las escuelas son buenas. Tenemos que fijarnos en cuál nos puede dar la mejor educación, que a la larga se traducirá en un mejor trabajo.
No basta con checar los planes de estudio, aunque debemos de hacerlo, pero también hay que buscar más fuentes de información que nos puedan arrojar luz sobre si es una buena universidad, o una universidad patito.
• Platica con los estudiantes: Nadie te puede informar mejor sobre la calidad de una escuela que sus estudiantes; sin embargo, esto no quiere decir que sean la única fuente que debas de consultar, tampoco que solo le preguntes a uno, porque entonces dependerás de cómo estuvo su día y si está de buenas o no para obtener una respuesta correcta. Platica con varios de ellos, pregúntales qué les parece la escuela, qué es lo que más les gusta, qué es lo que menos les gusta. Así puedes comenzar a darte una idea de cómo es la universidad, qué es lo que ofrece y si los que estudian ahí están a gusto o no.
• Conoce a los egresados: Una universidad es tan buena como sus egresados. Date tiempo para buscar alguno de ellos, de preferencia que ya esté trabajando y ten una conversación con él.
Que te platique cómo fue su experiencia en el campus, quiénes eran sus maestros favoritos y hasta dónde están las mejores tortas.
• Observa si la universidad tiene presencia en la comunidad: Una buena universidad es aquella que no está confinada a los salones de clase. Investiga si la universidad a la que quieres entrar está involucrada con su comunidad, si organizan congresos o patrocina algún evento.
• Conoce el campus: Es muy importante que puedas ver la universidad con tus propios ojos. Sí, está bien que las personas te platiquen de ella, pero no hay nada como la experiencia para poder tomar una decisión adecuada.
Visita el campus, conoce las instalaciones de la universidad, y ve si el ambiente es lo que te gusta, si tienen todo lo necesario para que tú puedas aprender. Si vas a ver las instalaciones puedes sorprenderte al ver que tienen más cosas que solo las de la carrera; canchas para deportes, auditorio, estación de radio propia y cosas así. En casi todos los campus te van a permitir la entrada, así que date una vuelta y descubre si la universidad que estás considerando es realmente tu mejor elección.
Referencias:
Watzlawick, P., Jackson, D., & Bavelas, J. (1993). Teoría de la comunicación humana. Barcelona: Editorial Herder.
McLuhan, M. (1962) La galaxia Gutenberg: génesis del "homo typographicus" Editorial: University of Toronto Press
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