Cuando los jóvenes ingresan a la universidad, es
su mayor momento, si es aprovechado de la mejor manera, de conocerse a sí
mismos. No solo de educarse para desempeñarse en el futuro profesional. La
universidad es el lugar en donde empiezan a tener una visión más amplia, más
nutrida de lo que los rodea, del mundo, se tocan temas que antes no habían
pasado por su mente, y se debaten con otros estudiantes, con otras formas de
ver el mundo. Eso es lo maravilloso de la universidad. Es como una temporada un
espacio en el que empiezan a explorar el mundo, leyendo y aprendiendo cada vez
más cosas.
Sin embargo, en algunos casos el arte se nos
escapa. No lo vemos como relevante. Aunque, el arte es fundamental para la
formación de los estudiantes, los ayuda a desarrollar su potencial y cualidades
creativas, los predispone a la buena convivencia y a la paz, los hace más
sensibles. El arte es parte integral del desarrollo del ser humano. El arte
enseña a los jóvenes a pensar creativamente.
De acuerdo a estudios recientes sobre el impacto
del arte en el joven, se ha comprobado que el arte estimula ambos lados de su
cerebro. Dichos estudios demuestran que el joven seguidor del arte, tiende a
leer mejor y tener un mejor rendimiento académico en sus estudios. Además de
mejorar sus facultades físicas, el arte nutre vacíos en el alma humana del
joven.
Así que es sumamente necesario fomentar las prácticas
y el entendimiento del arte en los jóvenes. No solo la pintura, la danza, las
esculturas, el cine, el teatro. Cualquier expresión artística, que cada vez más
personas dejan de lado. Las cuales se deben fomentar independientemente de su
carrera.
No solo
los estudiantes de diseño, los comunicadores o los estudiantes de arte, deben
estar expuestos a esto. También los ingenieros, los estudiantes de odontología,
los de comercio. Todos absolutamente todos, deben estar al tanto de las
corrientes artísticas y se debe fomentar en ellos la importancia que tiene el
arte para una sociedad más culta y desarrollada. Pero también para el
desarrollo individual. El arte nos proporciona un gran placer, ya sea visual,
auditivo, sonoro o hasta gustativo; encontramos todo este conjunto de emociones
en una misma obra y es fantástico.
Es triste pensar que muy pocas personas han
pagado una entrada para ver una obra de teatro o una danza. Que pocos deciden
salir el finde semana a algún museo. El arte nos nutre como personas, nos hace
más sensibles y hace que veamos al mundo de una manera más real, bonita,
profunda.
Esta en las manos de las generaciones jóvenes,
cambiar estas visiones. Cambiar esta forma de pensar y empezar a trabajar en
pro del arte. Acercar las expresiones artísticas a los más pequeños, a los más
alejados de todo y estimular su espíritu creativo.
Debemos tener muy en claro que los humanos son por naturaleza artistas, por ende, el origen del arte comienza con el origen de la humanidad. Desde la pintura rupestre hasta la última pieza contemporánea creada, el arte ha servido como medio, forma y fuente de expresión. Así que nunca debemos dejarla de lado a lo largo de nuestra vida. Porque, “Todos los niños nacen artistas. El problema es cómo seguir siendo artistas al crecer.” Pablo Picasso